Las esperanzas se desvanecen

Miss Bingley envía otra carta, esta alabando la belleza y el encanto de la hermana de Darcy. La carta establece además que Bingley permanecerá en Londres todo el invierno, poniendo fin a las esperanzas de los Bennet de que pueda regresar a Netherfield. Elizabeth está muy molesta por esta noticia y se queja con Jane de que la gente carece de «mérito o sentido común», refiriéndose a Bingley por aparentemente abandonar a Jane y a Charlotte Lucas por aceptar casarse con el Sr. Collins. Mientras tanto, las esperanzas de la Sra. Bennet de ver casarse a sus hijas se desvanecieron rápidamente. El Sr. Bennet parece divertido: alienta el interés de Elizabeth en Wickham, para que ella, como su hermana, pueda «cruzarse de amor».

El hermano de la Sra. Bennet, el Sr. Gardiner, viene a quedarse con la familia. Inmediatamente reconociendo la tristeza de Jane, los Gardiner invitan a Jane a acompañarlos de regreso a Londres cuando terminen su visita, con la esperanza de que un cambio de escenario pueda levantar el ánimo de Jane. Jane acepta, emocionada también porque en Londres podría tener la oportunidad de ver al Sr. Bingley. En el transcurso de las veladas que pasa con varios amigos y los oficiales militares, la Sra. Gardiner se da cuenta de que Elizabeth y Wickham, aunque no tienen ningún tipo de amor serio, muestran una clara preferencia el uno por el otro. Debido a su falta de dinero, la Sra. Gardiner no piensa en Wickham como una buena pareja para Elizabeth, aunque le gustan las historias de Wickham sobre su vida en la finca de Darcy en Pemberley, que está cerca de donde creció la Sra. Gardiner.

En la primera oportunidad, la Sra. Gardiner advierte a Elizabeth que la falta de dinero de Wickham lo convierte en una pareja inadecuada. Ella dice además que Elizabeth debe tener cuidado de no avergonzar a su padre al encariñarse con Wickham. Elizabeth responde con cuidado, afirmando que intentará evitar que Wickham se enamore de ella y que desea devotamente no molestar a su padre, pero concluye que todo lo que puede hacer es lo mejor que puede.

Después de que Jane y los Gardiner parten hacia Londres, el Sr. Collins regresa de una visita a su parroquia para su boda. Elizabeth promete a regañadientes visitar a Charlotte después de su matrimonio. Mientras tanto, las cartas de Jane desde Londres cuentan cómo visitó a la señorita Bingley y cómo la señorita Bingley fue fría con ella y la visitó solo brevemente a cambio. Jane cree que la hermana de Bingley la ve como un obstáculo para que su hermano se case con Georgiana Darcy.

La Sra. Gardiner le escribe a Elizabeth para preguntarle sobre Wickham, y Elizabeth responde que sus atenciones se han trasladado a otra chica, Miss King, que acaba de heredar una gran fortuna. Este giro de los acontecimientos toca el corazón de Elizabeth “pero levemente. . . y su vanidad se contentó con creer que ella habría sido su única elección, si la fortuna se lo hubiera permitido.” La ecuanimidad de Elizabeth acerca de que Wickham intenta casarse por dinero está algo fuera de lugar con su disgusto de que Charlotte hiciera lo mismo. En cuanto a Elizabeth, el dolor muy limitado que le causa la transferencia de afectos de Wickham le hace creer que nunca estuvo enamorada de él.