Capítulo 9: El estado de Lucy (2)

conspicuously Mina escribe desde Budapest. Le cuenta a Lucy que Jonathan ha cambiado mucho. Está en muy mal estado y no recuerda nada de lo que hizo en Transilvania. La enfermera le confía a Mina que Jonathan a veces delira y dice cosas espantosas. Jonathan todavía tiene su diario y sabe que es la clave para saber por qué le dio la fiebre. Le da el diario a Mina, pero le pide que nunca hable del contenido del mismo a menos que sea necesario. La pareja decide casarse inmediatamente y Mina sella el diario con cera. Lucy le envía a Mina una carta de felicitación.

bron travestis Mientras tanto, Renfield se ha vuelto más dócil y repite constantemente: “No puedo esperar más”. Sin embargo, unos días después, se vuelve a escapar y aparece en la puerta de la capilla de Carfax. Cuando el Dr. John Seward y sus ayudantes lo tratan de reducir, Renfiel los trata de atacar, pero se calma al ver un gran murciélago que revolotea bajo la luna.

Loncoche Lucy comienza a escribir un diario en el que cuenta algunas pesadillas. Asimismo, cuenta que algo ha arañado su ventana en la noche. Preocupado porque Lucy está otra vez pálida y débil, Arthur Holmwood le escribe al Dr. Seward para pedirle que la examine. Seward la examina, pero concluye que la enfermedad e Lucy está más allá de sus conocimientos. Así que manda a llamar a su ex maestro, el reconocido profesor Van Helsing, de Ámsterdam, para que examine a la mujer. Tras su llegada, Van Helsing examina a Lucy y parte inmediatamente a casa. Pidió que lo mantuvieran informado vía telegrama de la salud de Lucy. Le dice a Seward que no está seguro de cuál es la causa de la enfermedad de Lucy, pero le revela que esta ha perdido mucha sangre.

Mientras tanto, Renfield continúa con su hábito de cazar moscas. Sin embargo, cuando el doctor lo viene a ver, suelta todas las moscas y dice que está harto de ellas. Lucy parece mejorar durante unos días, tal y como relata un telegrama que le envía Seward a Van Helsing. Sin embargo, el 6 de septiembre empeora terriblemente, y el doctor le ruega a su maestro que venga inmediatamente.

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.